La Puerta de la Justicia de La Alhambra
La Puerta de la Justicia revela nuevos datos sobre la Alhambra
La lápida fundacional de la puerta desvela una nueva técnica artesana de los nazaríes
La Puerta de la Justicia es la entrada a pie más conocida del conjunto monumental
Las famosas mano de Fátima y la llave que la identifican también han sido restauradas
La Alhambra sigue guardando sorpresas, a pesar de los años y los
estudios. La restauración de la Puerta de la Justicia, el acceso a pie
más conocido al monumento, ha desvelado una técnica artesanal de los
nazaríes hasta ahora sin documentar en la lápida fundacional, cuya
inscripción indica la fecha y el día, en 1348 durante la festividad
musulmana del nacimiento del Profeta, en que el sultán Yussuf I inauguró
dicha entrada.
Se trata de una lápida de mármol de gran tamaño con la inscripción
realizada usando piezas de pizarra, una técnica "similar a la taracea",
según explicó la responsable del Servicio de Restauración de la
Alhambra, Elena Correa. Junto a dicha lápida se sitúa una estatua de la
Virgen con el Niño, colocada en tiempos de los Reyes Católicos, a la que
se han restaurado los adornos cerámicos de la hornacina. Además, las
piezas de pizarra que rodean la Mano de Fátima y la Llave también han
sido tratados.
La Puerta de la Justicia, llamada 'De la Ley' en tiempos de los reyes
nazaríes, es una de las cuatro puertas de la antigua muralla de Alhambra
y su función original era militar, por lo cual es una estructura en
'zigzag' destinada a ayudar a la defensa de la fortaleza si los enemigos
lograban derriba la primera puerta. Es también el principal acceso a
pie, desde la entrada al conjunto monumental por la calle Cuesta de
Gomérez hasta la zona de libre acceso del Palacio de Carlos V y la Plaza
de los Aljibes.
La directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, María del Mar
Villafranca, presentó las novedades en una rueda de prensa celebrada en
el interior de la misma puerta, aún cubierta por andamios para dar los
últimos retoques a la restauración. Villafranca explicó a los medios el
valor de la Puerta como "ejemplo de la Alhambra como espacio
multicultural, donde convive un símbolo de la fe musulmana, como es la
Mano de Fátima, con otro cristiano, como es la estatua de la Virgen de
Roberto Alemán".
Villafranca celebró también que la limpieza de la lápida fundacional ha
servido "para ponerle fecha. No son muchos los espacios de la Alhambra
que se pueden datar claramente, y en este caso podemos incluso señalar
el día en que se inauguró. La fiesta del nacimiento del Profeta no lo
celebran todos los musulmanes, pero los nazaríes sí lo hacían, y en este
caso ahora sabemos que Yussuf I eligió ese día para inaugurar la
Puerta".
La técnica Elena Correa añadió, mostrando varias piezas de la pizarra
restaurada, que se trata de "un trabajo muy minucioso, con materiales
muy delicados, en el que hacía falta una gran pericia para trabajar los
ángulos de la caligrafía y que hasta ahora nunca se había documentado".
Queda aún parte de la investigación, que es "aclarar los colores que se
usaron". La lápida estaba sucia más que estropeada, y se sabía que era
de piedra pero no su calidad. La limpieza ha permitido aclarar su
materiales y que el color uniforme y de tonos marrones que tenía no era
el original.
La directora del Patronato añadió también que la Puerta estará "en su
máximo esplendor" esta Semana Santa, cuando procesione bajo ella la
emblemática Santa María de la Alhambra, una de las hermandades más
icónicas de Granada.
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